vendredi 4 mai 2012

Natividad Llanquileo: “El movimiento mapuche es tan justo como el estudiantil”


Hay desconocimiento y mucho racismo dando vuelta. Tiene que ver con que quieren hacernos desaparecer... hasta eliminaron las horas de Historia en el colegio”, explica. “A los blancos, a los europeos, se les abren las puertas; a los morenos, a los bolivianos o peruanos no, se les niega. Estamos avanzando, pero sabemos que nos falta mucho”...
Natividad Llanquileo: “El movimiento mapuche es tan justo como el estudiantil”

por Daniel Labbé Yáñez
Fuente: www.ciudadinvisible.cl

Luego de un vertiginoso año 2011, Natividad Llanquileo (27) dejó la vocería de los presos políticos mapuche acusados de emboscar al fiscal Mario Elgueta el 2008. Decidió estudiar Derecho. Está “buscando justicia dentro de la injusticia”, como dice en el documental “Ngüenén” (El Engaño). Ese donde Dauno Tótoro e Italo Retamal acusan el montaje que mandó a la cárcel por 25 años al líder de la CAM, Héctor Llaitul, y a otros 20 a tres comuneros, entre ellos Ramón Llanquileo, el hermano de Natividad.

Informar” -además de estudiar- es la tarea que se ha propuesto ahora y para eso llegó este miércoles 2 de mayo a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso. Allí pudimos compartir con ella, además del Magíster en Historia Fernando Pairican y el documentalista Italo Retamal, ambos igualmente conocedores de la realidad que vive el pueblo mapuche.

La eterna conquista

Los niños se arrancan al ver una camioneta, una cara blanca”, cuenta Retamal, para ejemplificar los efectos de la militarización y una violencia “criminal e ilegítima” en La Araucanía. Una persecución para la cual Pairican no encuentra paralelo en Sudamérica. “Chile se acerca mucho más a lo que Estados Unidos hizo con los negros y España con los vascos”, postula.

Y de eso sabe Natividad. Además de Ramón y otro hermano que también pasó por la cárcel, su padre –fallecido hace tres años- estuvo también preso y clandestino. Fue un hombre activo en las movilizaciones indígenas de los años `70, cuando gobernaba Allende. Por lo demás Llanquileo ha vivido toda su vida en Puerto Choque, en la VIII región, provincia de Arauco, ahí donde los proyectos mineros y forestales golpean la mesa. Eso explica las altas condenas que recibieron los comuneros, asegura ella.

Neoracismo

Romper el cerco comunicacional que han impuesto históricamente los medios masivos al conflicto chileno-mapuche fue quizás uno de los desafíos más complejos que debió enfrentar Natividad como vocera. Esa plataforma ideológica desde donde la derecha hace mucho más que defender sus intereses económicos, como grafica Pairican: “El Mercurio construye neoracismo: si antes los mapuche eran alcohólicos y flojos, hoy son terroristas”.

Los estudiantes tienen que ir a conocer las comunidades, la historia, compartir con ellas. Eso te cambia la vida. Sólo estando ahí se puede hablar de lo que realmente ocurre”, asegura Retamal, quien junto a Tótoro ya suma tres documentales sobre el pueblo mapuche, entre ellos el reconocido “El Despojo”.

De ahí que Natividad haga hincapié en lo importante que fueron las movilizaciones que en regiones se realizaron durante el juicio, aunque cree necesario hacer una diferencia. “De repente se ve con lástima al movimiento mapuche, pero este es tan justo como el movimiento estudiantil”, expresa. “Es más allá de una quema, es más allá de la resistencia, es también el florecimiento de la intelectualidad mapuche”, agrega Pairican.

¿Por qué entonces no ha conseguido el mismo compromiso de la sociedad que ha logrado el movimiento estudiantil?, le preguntamos a Natividad.

Hay desconocimiento y mucho racismo dando vuelta. Tiene que ver con que quieren hacernos desaparecer... hasta eliminaron las horas de Historia en el colegio”, explica. “A los blancos, a los europeos, se les abren las puertas; a los morenos, a los bolivianos o peruanos no, se les niega. Estamos avanzando, pero sabemos que nos falta mucho”, agrega.

Reconocer nuestra morenidad, como dice el poeta Elicura Chihuailaf, ese es el tema”, suma Fernando Pairican.

A la par con las forestales

Natividad se sonríe fácilmente. Como se le ve en el documental “Ngüenén”, cuando muestra las precarias condiciones en las que vivía su hermano, acusado además de robar la madera de las forestales para hacer dinero. Su familia posee 20 hectáreas en las que cultivan papas, trigo y porotos. “Pero es una tierra tan pobre y agotada, como pobres son sus dueños”, anota ella en su blog.

El pueblo mapuche ha sido influenciado y cooptado durante el despojo, pero hoy los niños ya no se avergüenzan de sus nombres”, dice Italo Retamal. Por eso sonríe también Natividad y porque comparte probablemente la interesante lectura que hace Pairican sobre los efectos no esperados que el neoliberalismo está generando entre los mapuche. “Los militantes crecen a la par con las forestales. Un pino se demora 20 años en crecer, igual que un joven militante”, dice.

Fotos Rens Veninga

Aucun commentaire: